Hermanos, enredo y farsa vibrantes

Ayer nuevamente estuvimos Paz y yo en el teatro Alcázar asistiendo a la representación de Hermanos obra de Miguel Murillo escenificada por la compañía Triclinium, una trepidante comedia de enredo bastante bien resuelta. La mise en scène austera pero eficaz apunta usos del teatro alternativo por los que Triclinium se mueve, austeridad derivada de la estructura dramática ya que, la acción es evocación del propio protagonista, es decir, la acción se escenifica retrospectivamente y así el director prescindiría de todo atrezzo que no fuera el sustancial para crear la ilusión escénica. La comicidad está propiciada por la situación embarazosa de haberse citado accidentalemente el protagonista con dos chicas en el mismo lugar a la misma hora, por lo que aquel debe sortear el engorro creándose una doble identidad que va a engrosar una trola gradualmente en un triángulo vicioso, poniendo en evidencia también la identidad del resto de personajes. Muy interesante el intenso acento extremeño de los personajes que impregna toda la obra, utilizado como recurso de comicidad que además crea gran empatía con el público.

Comedia muy ágil de gran intensidad para ser sólo tres personajes en escena. Sin embargo, decidí posponer cualquier comentario, suponiendo que Paz no estaba para elucubraciones cuando, paseando, con un bostezo, puso punto y final a la noche.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Es para bostezar, Miguel Murillo aburre hasta las vacas. fdo. JAP.