El vitalismo empresarial de Fernando Sánchez - una conversación en Mi vida Lola


Siempre he recordado escenas nocturnas en Mi vida Lola, el mesón minimalista de Fernando Sánchez en Valdepasillas, con quien ayer hacía alrededor de un año que no volvía a conversar. El martes ha sido la primera vez que lo visitaba de día (al mediodía solar) y su aspecto es fresco, limpio y estimulante, con la albura de sus muros y pilares, las aristas de los reservados y la sencilla geometría de la composición. Fernando Sánchez ha apostado fuerte por arraigar este tipo de local en Badajoz. Empresario poliédrico y funcional podría estar interesado en apoyar la segunda edición de Somos dos, coordinado por Manuel Ramos, así que les he puesto en contacto.

Fernando ha dedicado cuatro horas para escuchar a Manuel, gesto que muestra su interés ya que no es fácil encontrarle para hablar, dada su apretada agenda de empresario trepidante. Unas horas inolvidables en que Fernando, más que exponer sus ideas, ha sabido transmitir una serie de valores, sus valores, que me han hecho recobrar la fe en la dignidad de las personas, la fe en nosotros mismos. Fernando continuamente llamaba a la camarera para prodigarnos vino y raciones, disfrutando así de una de las más insignes bodega y cocina de Badajoz, bajo el cuidado de su mujer Mercedes, que siempre sabe mimarnos con estos gestos y con su exquisito savoir faire.

Una entrevista inolvidable con Fernando, uno de los emprendedores de raza en Extremadura, que sin duda está creando escuela cada día, gracias a su credibilidad y a la firmeza de sus valores que siempre logra transmitir en una conversación ágil, elocuente y agradable bastante enriquecedora.

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