El secreto de la piedra resbaliza



La piedra resbaliza es una de las leyendas más misteriosas de toda la comarca de Zafra.

Extraño monolito pulido con forma de lengua de piedra o tobogán, situado a la vera de un minúsculo arroyo del que en la noche salen ninfas a esparcirse por aquel extraño paraje entre jaras y almendros, durante siglos los paisanos del lugar han acudido en festiva romería a la piedra resbaliza, tobogán natural por el que generaciones de gentes de toda condición se han deslizad, dejándola suave y resbaladiza, cualidad de donde (en el lenguaje del lugar).esta roca toma su castizo nombre.

Recuerdo como en sueños su existencia al haberla visitado junto a mis primos en bullanguera pandilla durante mi más tierna infancia. No es fácil dar con ella sin antes haber consultado diversos testimonios de los más veteranos, fieles al dato, pues los que entonces éramos niños (hoy ya sobradamente creciditos) ni nos acordamos.

De esta manera hemos salido en expedición al encuentro de la famosa piedra resbaliza mi tío Manuel y yo en la calmosa mañana del domingo soleado. Caminando a lo largo de caminos pedregosos y pistas de tierra, hemos ido dejando las últimas casas de la ciudad, pasando junto a los bancales y caseríos del camino flanqueado por olivos y almendros en su alboreada floración, que lindaban con otro lugar de ensueño: el palomar de la marquesa, hoy altivo vigía presidiendo el horizonte en su flemático gesto.



Las coordenadas de mi tío habían sido acertadas y, tras caminar otro trecho más, hubimos de desviarnos del camino para adentrarnos por las asperezas de un cerro en cuya bajada y como resguardado providencialmente por un árbol enano de tronco negro (sin duda, sembrado en la travesura de los trasgos, para despistar a los caminantes), nos salió al encuentro la piedra resbaliza como tierra de promisión.

A su vera se encontraba el mismo arroyo del sueño que, subrepticio, manaba a su alrededor cubriendo de verde yerba sus alrededores, ofreciéndonos cálida bienvenida al roquedal donde destacaba en su soledad inmensa la piedra resbaliza, tras largos años de ausencia, sin recibir la gentil visita de las gentes del lugar, olvidada de todos.

Contemplamos en silencio la escena.


De repente vinieron irradiadas en fragancia bucólica las tardes de merienda infinitas de nuestra infancia en la amistad fraterna de las huertas y los limoneros, las aventuras y los sueños de toda una generación de gentes que embarraron sus zapatos acudiendo a jugar a la piedra resbaliza como si de un tótem se tratara.

Hoy sigue allí, preguntándonos con ese signo de interrogación hecho piedra, elipse intemporal preguntándonos a todos si seguimos recordándola como ella nos recuerda en su mineral conciencia, preguntándonos si nos ha tratado bien la vida después de todo este tiempo que nos ha estado esperando la visita.

Preguntándonos si el sueño que en otro tiempo nos animó a impulsar en su pulida superficie sigue teniendo hoy el mismo impulso que ayer para hacer fructificar en nuestros corazones toda la vida nueva, regenerándose en el tiempo, como si del mismo juego se tratara.

Pincha aquí para ver la Ruta de la piedra resbaliza en Wikiloc

Comentarios

PPK ha dicho que…
Bonita entrada. Cuando uno ya cumple más años de los que quisiera y empieza a peinar canas, la infancia es siempre un refugio seguro.
Gracias por revivir esta parte de mi/nuestra historia.