El pasado sábado nos encontrábamos de
nuevo en el Pabellón Central de la Feria para abrir la nueva
temporada de las Juventudes Musicales de Zafra, inauguradas con el
cuarteto de Praga Ensemble Martinu (Flauta, piano, violín y
violonchelo) que interpretó una serie de piezas breves de diversos
autores. Era de ver que el repertorio era en su mayoría obra de autores
contemporáneos como Scerba, Kurz, Temi y Piazzola (sin faltar piezas
de Mozart, Chopin, Weber, Dvorak o Ravel).
El concierto sacudió el ronroneo
otoñal de la noche lloviznante con una ejecución vibrante y
colorista del grupo, liderado por el flautista Miroslav Matjka, quien
logró de su instrumento un fraseo contudente en la Marcha turca de
Mozart muy complicado de conseguir, así como las cuerdas supieron
adaptarse muy bien al cromatismo del piano.
Esta mañana de domingo al entrar en el
café habitual de la Avenida de la Estación me he encontrado
tomando té a un chico (tal vez de mi edad), algo corpulento, rubio y
lacio con rostro travieso y sonrosado, de rasgos eslavos. Era el
flautista Miroslav. Él también me había reconocido así que
aproveché para hablar con él en inglés, felicitándole por su
actuación. Él seguirá de gira por España unos días más, hoy
domingo en Zamora y la próxima semana por algunas ciudades del norte.
Seguro que la nueva temporada de las
Juventudes Musicales nos deparará conciertos provechosos y sorpresas
estimadas dentro y fuera de la sala con la presencia de grupos como el
Ensemble Martinu, cuya música rompió la somnolencia otoñal de este
mes de octubre.
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