![]() |
Foto: Arnim Schulz
|
Nunca he
sentido la alegría de recibir cada nuevo año porque cada vez que pasa el
tiempo, menos motivos le veo incluso para ello.
La
nochevieja es el umbral donde convergen el pasado y el futuro, una tregua propicia para meditar sobre nuestra propia vida como drama interior, qué somos, qué hemos sido y qué queremos ser, cómo sobrellevar los retos futuros y preparar la estrategia a
seguir en los próximos meses.
Como un
luchador me preparo para el combate. Conviene estar entrenado para resistir
hasta el final en la dura pelea.
La
nochevieja es un drama o un entrenamiento, pero jamás una fiesta. Cada uno será
lo que esté dispuesto a ser. Estoy dispuesto a luchar hasta el final,
conquistando el futuro palmo a palmo. Duro a la vida y sin piedad. No habrá
cuartel. El mañana es nuestro, ¡adelante 2015!
Comentarios