Foto: Charo Romero Donaire |
La tercera residencia
artística Residentes de la Sala Guirigai ha tenido como inspiración fundamental el arte sonoro en los dos proyectos que su curador José Iglesias García-Arenal ha
seleccionado y acogido en su sala y que se han presentado a su clausura: Neuma, realizado por el tándem de artistas
Alegría&Piñero
y Narcoléptica, creada por la
compositora Beatriz Vaca, de cuyas
obras he publicado crítica en Madreselva.
A lo largo
de un mes estos tres artistas han compartido espacio en una especie de
co-working artístico a fin de desarrollar sus propuestas trabajando,
hablando, respirando y sintiendo la Sala Guirigai y de ese silencio vibrante en
su propio espíritu han nacido Neuma y
Narcoléptica preñados de una esencia
honda de meditación y de autoconocimiento, partiendo de la experiencia sonora en
ambos casos entendida de modo diverso.
Foto: Charo Romero Donaire |
La
productora y compositora de música electrónica Beatriz Vaca desarrolló su composición musical Narcoléptica durante 12 horas, desde las 11 de la mañana hasta la
clausura de la muestra a las 11 de la noche, una magna sinfonía electrónica (como hubiera dicho Stockhausen) cuya
estructura matemática creada en un continuum
de sucesivos loops transcendía a un sentido cósmico lleno de misterio y teluria
que hacía caer en espeso trance, sondeando nuestra propia esencia humana dentro
de la galaxia.
Neuma, la instalación ideada por Alegría&Piñero mezclaba la
gravedad a lo lúdico durante su desarrollo. Durante la primera parte se advierte el gesto visual desde la
proyección chinesca de las figuras cerámicas (hombre-mujer, realidad dual opositiva
y universal) que en la segunda parte se descomponen para crear aparatos fonadores
con los que, ayudados de cámaras de aire, van a generar los gestos sonoros que
se intuían previamente en los gestos de las figuras. El silencio que envuelve
la primera parte de Neuma (los
artistas concentrados manipulando la arcilla) evoca la reflexión y el esfuerzo
del ser humano en la creación del lenguaje, que a través de la propia
materialidad humana, les permite comunicarse finalmente en unos extraños signos
sonoros balbuceantes.
José Iglesias García Arenal el curador de Residentes2015 de la Sala Guirigai ha sabido hábilmente precisar
el discurso artístico de esta tercera edición, derivando del arte sonoro a la reflexión existencial
desde el autoconocimiento de una
meditación trascendente, sentimientos y reflexiones que nos han
provocado las obras de estos tres jóvenes artistas Alegría&Piñero
y Beatriz Vaca, una deriva muy
natural y razonable ya que la música es el origen y principio mismo de la vida.
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