La noche
destemplada abría el retrasado otoño extremeño inaugurando también la temporada
de las Juventudes Musicales de Zafra con este primer concierto de abono ofrecido
por Granados Trío Piano en el ciclo
de los Sábados Musicales, en el
Pabellón Central del Recinto Ferial de Zafra a las 21:30.
Melani Mestre al piano, Natalia Borysiuk al violín y Svetlana
Tovstukha al cello desgranaron dos piezas de Beethoven; el trío nº 2 en mi menor de Camille Saint-Säens y una obra de Joaquim Malats, Trío en fa mayor, editada por el mismo Melani
Mestre en homenaje a este interesante compositor catalán de época modernista,
hoy apenas citado, y que en 1904 (alegó Mestre en palabras previas), fue
considerado en círculos exquisitos de París como el mejor pianista del mundo.
La
ejecución musical fue bastante correcta (sólo eso: ni más ni menos) dirigiendo
el piano en un sostenido discurso de cuerdas que infundieron un cierto
cromatismo derivado del contrapunto pianístico, muy vibrante en la obra de Malats, obra que exceptuamos de un concierto
cuya ejecución fue la adecuada, de cierto talento pero con poca alma,
resultando una ejecución de rigor en la que hubiera sido un agradable detalle
para el público (por parte de los músicos) haber agradecido, durante los aplausos finales,
a la profesora de la escuela de música de Zafra que a pie de escenario estuvo
todo el concierto prestando su ayuda (solicitada) al pianista leyéndole las
partituras.
En suma,
hemos asistido a una digna interpretación (en las escuetas y sobrias dimensiones del término). Este concierto nos demuestra que la
música, si no va acompañada de pasión, se queda invertebrada, sin músculo. Sencillamente ha
faltado ese gramo de intuición y magia que distingue al arte del puro oficio.
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